Quiénes Somos
Misión
El SEMINARIO CONCILIAR MARIA INMACULADA es una institución de la DIOCESIS DE GARZÓN, dedicada al servicio de la Formación Inicial de los candidatos al sacerdocio, mediante el cuidado en las dimensiones humana y comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera, con miras a formar pastores íntegros para la Nueva Evangelización al servicio de la Iglesia Universal.
El Seminario mayor es "una comunidad eclesial educativa, más aún, es una especial comunidad educativa. Y lo que determina su fisonomía es el fin específico, o sea, el acompañamiento vocacional de los futuros sacerdotes, y por tanto el discernimiento de la vocación, la ayuda para corresponder a ella y la preparación para recibir el Sacramento del Orden con las gracias y responsabilidades propias, por las que el sacerdote se configura con Jesucristo cabeza y pastor y se prepara y compromete para compartir su misión de salvación en la Iglesia y en el mundo" (PDV 61).
Visión
Queremos dar pasos concretos para seguir construyendo una comunidad de discípulos en torno a Jesús que llegue a ser:
· Un Seminario Mayor diocesano que asegure la unidad de criterios en la dirección del proceso formativo, concretado en un Plan de Formación, hecho y aplicado en espíritu de comunión y participación, y asumido por un cualificado equipo de formadores diocesanos, siguiendo las Normas Básicas para la Formación Inicial Presbiteral en los Seminarios Mayores de de Colombia y las orientaciones particulares del Obispo diocesano.
· Un Seminario Mayor diocesano que garantice un proceso de formación integral, tratando de armonizar no sólo en importancia sino también en tiempo y actividades las diversas dimensiones formativas, teniendo como eje central la dimensión espiritual, pues se trata de formar el corazón del futuro sacerdote animado por la Caridad Pastoral, a partir de una profunda experiencia de Dios.
· Un Seminario Mayor diocesano que propicie una mentalidad y una espiritualidad de comunión, que haga del seminario una auténtica familia cristiana, una comunidad eclesial en camino en torno a Jesús.
· Un Seminario Mayor diocesano que favorezca la formación en la libertad y la responsabilidad personal, manteniendo un estilo de vida caracterizado por las buenas relaciones vividas en un clima de caridad, sinceridad, confianza recíproca, respeto, disciplina y compromiso personal.
· Un Seminario Mayor diocesano que Oriente el proceso formativo en clave de discipulado, favoreciendo la escucha, el acompañamiento, la comunión y el seguimiento de Jesucristo, a través de comunidades de vida animadas por la vivencia del Proceso Diocesano de Nueva Evangelización, dentro y fuera del Seminario.
· Un Seminario Mayor diocesano que promueva el espíritu misionero, viviéndolo dentro de la comunidad del Seminario y con apertura misionera universal.
· Un Seminario Mayor diocesano que asumido corresponsablemente por la comunidad diocesana, comenzando por los presbíteros, sea en realidad el corazón de la Diócesis, en el que los futuros sacerdotes aprendan a descubrir la riqueza de la Iglesia local y los valores de la incardinación al servicio de esa comunidad.
Fundación
El Seminario Conciliar María Inmaculada de la Diócesis de Garzón, fue fundado por Monseñor Esteban Rojas Tobar, mediante el Decreto del 21 de julio de 1895, iniciando sus labores formativas en el edificio del Colegio San Luís Gonzaga de Elías, el 15 de octubre de 1895, con alumnos tanto del Mayor como del Menor. El Seminario Mayor estuvo en sedes provisionales en Neiva, Garzón y Elías, hasta finales del año 1909, cuando se hizo el traslado definitivo de Elías a Garzón, al edificio recién construido gracias a la generosidad y a los esfuerzos de los feligreses de Garzón, en el sector de Nazaret, lugar que hoy ocupa el “Parque Esteban Rojas”, a la entrada de la construcción actual. Aquel edificio perduró hasta 1954 cuando fue demolido, una vez estuvo lista la obra monumental del edificio actual, que empezó a construirse en 1943, por iniciativa del Excmo. Mons. Gerardo Martínez Madrigal, con planos del Arquitecto Dr. Jesús Antonio Molina Vega. Durante estos años han sido muchas las vidas de santos y sabios sacerdotes diocesanos y vicentinos que se han gastado al servicio de la formación sacerdotal en esta casa: de 1895 a 1920 estuvo bajo la dirección de sacerdotes del clero diocesano, de 1920 a 1924 estuvo confiado a los Padres Vicentinos, de 1924 a 1942 lo asumió de nuevo el clero diocesano, de 1943 a 2004 un segundo período de los Padres Vicentinos, y a finales del año 2004 la administración pasó de nuevo al clero diocesano que lo dirige actualmente.